Aumentación del desabastecimiento: un motivo de preocupación

El desabastecimiento, es decir, la falta de disponibilidad de un producto en un establecimiento minorista que provoca estantes vacíos, ha sido un problema persistente en el sector de la alimentación durante muchos años. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 ha provocado un aumento significativo de los desabastecimientos, ya que se han interrumpido las cadenas de suministro y ha aumentado la demanda de determinados productos.

Un estudio realizado en 2022 por Lusk et al. descubrió que las tasas de desabastecimiento aumentaron aproximadamente un 130% tras la pandemia de COVID-19. El estudio también descubrió que las mayores tasas de desabastecimiento se daban en categorías como los productos cárnicos y avícolas, algunos alimentos precocinados y congelados, los preparados para lactantes y las bebidas carbonatadas.

El aumento de las roturas de existencias ha tenido una serie de consecuencias negativas para los minoristas de alimentación, como pone de relieve un estudio de Cachon et al. (2004), titulado «Stock-Outs Cause Walkouts». Según este estudio, las roturas de stock pueden provocar una pérdida de ventas, una menor satisfacción del cliente y un aumento de la rotación de clientes. El estudio también concluyó que es más probable que los clientes cambien de tienda si se quedan sin existencias.

Las roturas repetidas de stock pueden erosionar la confianza de los clientes y dañar la reputación de una tienda. Narasimhan y Dulac (2000) realizaron un estudio para investigar con más detalle el impacto de las roturas de stock en la satisfacción del consumidor. Los investigadores descubrieron que tanto la frecuencia como la gravedad de las roturas de stock tenían un impacto negativo en la satisfacción del consumidor. Los consumidores que se quedaban sin existencias con más frecuencia o durante más tiempo estaban menos satisfechos con la tienda y era menos probable que volvieran a ella.

El impacto negativo de las roturas de stock en los consumidores es evidente. Pueden causar molestias y frustración, ya que los clientes pueden tener que perder tiempo y dinero buscando productos en otras tiendas. Esto puede acarrear una serie de consecuencias negativas, entre ellas:

• Menor satisfacción del cliente: Los clientes que sufren roturas de stock tienen menos probabilidades de estar satisfechos con su experiencia de compra. Esto puede dar lugar a un boca a boca negativo y a una disminución de la fidelidad de los clientes.
• Pérdida de ventas: Cuando los clientes no encuentran los productos que buscan, es posible que abandonen la tienda sin comprar nada. Esto puede suponer una pérdida de ventas para el minorista.
• Aumento de la fuga de clientes: Los clientes que no están satisfechos con su experiencia de compra son más propensos a cambiar de tienda. Esto puede aumentar la pérdida de clientes para el minorista.

Puede haber muchas razones por las que las estanterías de las tiendas estén vacías, pero la principal preocupación no debería ser la pérdida de ingresos, sino los clientes insatisfechos.

Referencias

Cachon, G. P., Randall, T. M., & Schmidt, L. M. (2004). Stock-outs cause walkouts. The Journal of Marketing, 68(2), 26-41.
Lusk, J. L., Fox, J. A., & Shogren, J. F. (2022). Grocery store stock-outs, consumer demand, and prices during the COVID-19 pandemic in 2020. Applied Economics, 54(10), 1446-1455.
Narasimhan, R., & Dulac, H. (2000). The impact of stock-outs on consumer satisfaction and loyalty. Journal of Retailing, 76(1),